martes, 30 de junio de 2015

AGENDA DE CURSOS Y TALLERES 2º SEMESTRE DE 2015




TALLER DE INICIACIÓN A LA MEDITACIÓN





"Taller dictado por Nelson Molina, profesor de Meditación de Centro Mají y que tiene como objetivo en este primer taller de cuatro que hemos preparado en el segundo semestre de 2015, comenzar a meditar con la práctica de dos técnicas sencillas y al alcance de todos.
 
 La actividad es principalmente práctica, con breves intervalos para comentar  aspectos técnicos y teóricos de la práctica.
 
La iniciación en la meditación conlleva la experiencia  de comprensión de la relación cuerpo – mente y mente –cuerpo coexistente en nosotros.
 
Por tanto, también es darle una oportunidad a técnicas que nos conducen a conocernos más.
 
La meditación, mejor dicho su práctica diaria,  utilizando como medio cualquier técnica permite reducir muy rápido el estrés y la ansiedad.
 
Nos muestra, existiendo o no dificultades, la importancia de poder vivir y agradecer, el presente, nuestro presente, el cual muchas veces está escondido o tapado por el pasado, el futuro, el dolor, el miedo y otras cosas que producen sufrimiento.  
 
Meditar, produce una revalorización de nuestras posturas mentales ante la situación actual en que nos podemos encontrar.
 
Nos descubre la relación existente entre la situación emocional que nos encontramos y nuestra  capacidad para introducir cambios que nos permitan crecer.
 
Este taller, así como los próximos en donde nos acercamos a técnicas de meditación, es totalmente laico y no sectario. Aun cuando determinadas técnicas se identifican en mayor o menor grado a distintas religiones o filosofías.
 
Espero que se acerquen al taller y que sea de utilidad para introducir algo fresco y bueno en la vida de cada uno.
 
Namaste."

martes, 23 de junio de 2015

TADASANA O POSTURA DE LA MONTAÑA




Tadasana es la primera de las posiciones que se estudia, porque da la corrección postural.



Ejecución de la postura

La primera referencia  de corrección postural que tenemos en el pecho, en el diafragma, y en las caderas viene por Tadasana. Cada día de práctica perfecciona la postura  su alineación, tanto frontal como lateral, tratando que el cuerpo entre en su línea y entendiendo la diferencia entre pesar completamente hacia adelante o atrás, o pesar completamente hacia un lado o a otro con respecto a lo que es el equilibrio, ántero posterior, costal (costados) y de extensión.
Desde el principio, todo empieza en la planta de los pies, en Tadasana hay que tener muy presente el equilibrio de apoyo del pie derecho y del izquierdo, tener muy presente el peso que va al metatarso y el que va al talón equilibrar toda la superficie de la planta del pie en su contacto con el suelo, estirando los dedos gordos hacia adelante, tratando de fijarlos por el borde interior y extendiendo los meñiques hacia afuera.
Estos son instrucciones difíciles porque los dedos de los pies suelen estar dentro del zapato encogidos. Si estiramos completamente los dedos y abrimos el espacio entre ellos, la planta del pie comienza a hacerse sensible y espaciosa . A partir de ahí podemos compactar las piernas y elevar la columna vertebral, entrar el coxis desde atrás creando un empuje. Planchando los huesos de las nalgas, empujando el coxis y resistiendo por delante en la pierna frontal. Elevando las palas ilíacas en dirección a los hombros.
Y añadimos a esto una bajada de los trapecios por detrás, el cuello también puede erguirse. Y finalmente la columna vertebral se extiende al máximo, poniendo paralelos el plano del suelo, el plano del suelo pélvico, el plano del diafragma respiratorio, el plano de los hombros y el plano de la corona de la cabeza.


Beneficios
  • Desarrolla la conciencia de la postura.
  • Favorece la alineación de la columna.
  • Mejora el tono muscular general.
  • Previene la ciática.

Contraindicaciones

No realizar esta asana si se tienen las siguientes lesiones o dolencias;
  • Insomnio
  • Presión arterial baja
  • Dolor de cabeza

martes, 16 de junio de 2015

PRANA



PRANA


El prana nos rodea, penetra en nosotros, está en lo que vemos, olemos, palpamos y en muchas de las cosas que comemos.

Mágica y vital conexión entre el cosmos y nosotros, es la esencia misma de la vida.

Esta energía universal es el principio de la vida que, adoptando diversas formas, hace posibles la luz, el calor y todas las formas de existencia en el planeta. Sabemos que se encuentra en los animales, en los vegetales y se supone que puede hallarse en los minerales, durante un tiempo más o menos largo, después de que se los separó de su fuente de origen.

En el ser humano, posibilita todas las actividades orgánicas y psíquicas. El prana cumple las siguientes funciones en el organismo:

• Prana propiamente dicho: reside en la zona del corazón y controla la respiración.
• Apana: reside en el ombligo y controla la digestión.
• Udana: reside en la garganta y controla la deglución y la fonación.
• Vyana: reside en todo el cuerpo y controla la distribución del prana.
• Samana: reside en los órganos internos, hígado, el bazo, el páncreas, el estomago y porción superior del intestino grueso, funciona en todos los órganos y en este caso trabaja en los pulmones para ayudar a la absorción del aire.




Mediante las técnicas del Yoga se aprende a regir y a equilibrar esta energía vital. Su equilibrio es sinónimo de salud y su desequilibrio trae aparejada la enfermedad.

Es importante saber que el prana alterado inquieta la mente y complica el funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Por lo tanto, su control permite adquirir el dominio de la energía y de la mente, ya que existe una estrechísima relación entre ambas, y, a medida que se aprende a manejar una de ellas, se logra hacerlo con la otra.

Dada la necesidad de la actual ciencia occidental de encontrarle una explicación racional a cada uno de los fenómenos de la naturaleza, lo mejor sería comparar al prana con una manifestación de la electricidad o del magnetismo.

¿Dónde lo encontramos?

Su fuente más importante es la atmósfera; ahí lo hallamos constituido por pequeños iones negativos, que son átomos cargados eléctricamente, muy activos y que, en perpetuo movimiento, revitalizan constantemente cada célula de nuestro cuerpo.

El sol, los rayos cósmicos, las masas de agua en movimiento y en evaporación son los principales factores de ionización y cargan de prana el aire. Por eso es que el aire que respiramos cerca del mar nos carga de energía y vitalidad. En contraposición, el oxígeno en las grandes ciudades, cargado de smog, es menos vivificador que en el campo o en zonas marinas.

Existe en nuestro organismo un metabolismo de la electricidad atmosférica que la absorbe, la utiliza y la evacúa por la piel. Cuanto más activo es este metabolismo por la absorción de iones negativos y la evacuación de la electricidad excesiva, más vivo y en buena salud estará el organismo. Los baños de sol nos brindan vitalidad al activar nuestro metabolismo eléctrico.



¿Cómo lo absorbemos?

Absorbemos el prana por medio de la respiración, de los alimentos que ingerimos y de nuestro cuerpo; los órganos que intervienen en este proceso son la nariz, los pulmones y la piel.

Algunos alimentos que ingerimos, incluyendo el agua, lo poseen, por lo que esta energía es absorbida por nuestro cuerpo a través del sistema digestivo. Por lo tanto, es de suma importancia seleccionar muy bien todo lo que comemos (los alimentos industrializados carecen de prana) y revisar cómo comemos. Las radiaciones solares, cósmicas y terrestres hacen que el prana ingrese a nuestro organismo por la piel.

Prana y Yoga

Los rishis (sabios) proclaman -y esto forma parte del Yoga- que el prana puede ser almacenado y acumulado en el sistema nervioso, más específicamente en el plexo solar. Aún más, acentúan esta noción capital diciendo: "El Yoga nos da el poder de dirigir a voluntad la corriente de prana mediante
el pensamiento". Es decir que la práctica de Yoga proporciona un acceso consciente y voluntario a las fuentes mismas de la vida. La ciencia del control de esta maravillosa energía se llama pranayama (ayama: dominar).


jueves, 4 de junio de 2015

PROFESORADO CENTRO MAJÍ

                                         Miguel Ángel Maciel Peña



- Director del Centro Mají (Yoga y Medicina Natural)

En 2006 crea el Centro Maji donde desarrolla su actividad hasta la fecha.

Este centro dedicado a la formación de Instructores de Yoga es el único en Canarias cuyos títulos están avalados por:
FEYP Federación Española de Yoga Profesional
FEY Federación Europea de Yoga
Movimiento Mundial Ayurveda.

- Presidente de la Asociación Yoga Canarias.

- Miembro del Comité Directivo y del Comité Pedagógico de la F.E.Y.P. (Federación Española de Yoga Profesional) 

- Psicosociólogo

- Terapeuta Psicocorporal

- Profesor en técnicas de control mental y programación psíquica.

- Instructor del Sistema Wu Shu ( Kung Fu - Yoga Tibetana – Taichi Po) Sifu Sha – Templo Tian Tan Shaolín Shuan Fa

- Instructor de HathaYoga escuela CEM

- Instructor de Chi-Kung Médico. Asociación Catalana

- Monitor de Tai Chi Chuan estilo Yang Asociación Catalana de Choy Li Fut, Tai Chi Chuan y Chi Kung - Sifu Sebastián González

- Instructor de Meditación

Tercer grado de Reiki Sistema Mikao Usui

Profesor de técnicas teatrales.

                
                   José Antonio Domínguez Viera



- Instructor de Hatha Yoga de Centro Mají.

- Profesor Especializado de Yoga para niños, avalado por la AEPYN, Asociación Española de Profesores de Yoga para Niños. 

- Especialización en Yoga para embarazadas, Yoga postparto- mamas y bebes.

Graduado en Naturopatia.

-Graduado en Acupuntura emocional por la UIMEC,.

Quiromasajista.

Tercer grado de Reiki Sistema Mikao Usui

Tercer grado de Reiki Kundalini








martes, 2 de junio de 2015

8 Escalones del practicante de yoga




El sabio indio Patanjali describió en “Los yoga sutras de Patanjali” el óctuplo sendero del yoga (ashtanga yoga), los ocho pasos en el camino hacia la visión del alma. Estos son yama, niyama, asana, pranayama, prathyahara, dharana, dhyana y samadhi.

Yama:
Principios éticos y reglas para vivir en sociedad:
- Ahimsa: no violencia. No desear herir en palabra, pensamiento u obra.
- Satya: veracidad. Ser sincero y honesto. No mentir.
- Asteya: no robar. Ni aprovecharse de una situación que alguien nos ha confiado.
- Brahmacarya: continencia sexual. No implica celibato, sino no desperdiciar la energía sexual, ya que es inmensamente poderosa.
- Aparigraha: No codicia. Recibir exactamente lo que es justo. No aferrase a bienes materiales ni a pensamientos o emociones.
.
Niyama:
Disciplinas individuales y actitudes hacia uno mismo.
- Sauca: limpieza. Tanto externa como interna. Una alimentación equilibrada, pensamientos puros, y la práctica de asanas y pranayamas limpian el cuerpo internamente.
- Santosa: contento. Desarrollar un sentimiento de contentamiento, independientemente de los resultados de nuestras acciones.
- Tapas: autodisciplina. Elimina las impurezas del cuerpo y la mente. Asana y pranayama son una forma de tapas.
- Svadhyaya: autoconocimiento. Reflexión y autoobservación que lleva al desarrollo espiritual.
- Isvara pranidhara: Entrega y renuncia. Libera al practicante de los deseos mundanos.

Asana:
Asana significa pose o postura. Las asanas son posiciones específicas del cuerpo que limpian los canales de energía y equilibran el flujo de la misma en el organismo, generando estabilidad física, mental y emocional. Las asanas deben realizarse con plena conciencia y sin esfuerzo, buscando la calma y la comodidad, y sosteniendo un ritmo respiratorio firme y constante. Controlando el cuerpo, se controla la mente; las asanas son herramientas para acceder a estados mas elevados de conciencia. Actúan de manera somato-psíquica: del cuerpo hacia la mente. Se logra la perfección en asana cuando cesa en esfuerzo, y se obtiene la relajación manteniendo la estabilidad y la conciencia.

Pranayama:
La palabra pranayama está compuesta por las raíces “prana” y “ayama”. “Prana” significa “energía vital” y está presente en todas las cosas, animadas e inanimadas. Aunque esta íntimamente relacionada con la respiración, es mucho más sutil que el aire o el oxígeno. Todo lo que vibra en el universo es prana. “Ayama” significa extensión, expansión, amplitud, prolongación, estiramiento. Por lo tanto, la palabra pranayama significa expansión del prana o energía vital.
Las técnicas de pranayama utilizan la respiración para influir en el flujo de prana en los nadis o canales de energía del pranamaya kosha o cuerpo energético.
La respiración consta de cuatro partes:
1. Puraka: inhalación
2. Rechaka: exhalación
3. Antarana Kumbhaka: Retención de la inhalación.
4. Bahya Kumbhaka: Retencion de la exhalación.
Las retenciones son la parte más importante de los pranayamas. Todos los movimientos, incluso la respiración, crean fluctuaciones en la mente (vittris). Cuando cesa la respiración se experimenta un estado de “pausa” y se acceden a niveles más profundos de conciencia. Se corre el velo que cubre la inteligencia y la luz penetra vigorosamente en las partes mas profundas del Ser

“Al igual que la brisa dispersa las nubes que cubren el Sol, pranayama aparta
las nubes que ocultan la luz de la inteligencia.”
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Pratyahara:
Prayahara es retirar los sentidos, la mente y la conciencia del contacto con los objetos externos para luego interiorizarlos y dirigirlos hacia el alma. Es la ciencia de restringir los sentidos privándolos de lo que les alimenta, el mundo objetivo externo. Se los libera al retirar el suministro de alimento en forma de deseos y su satisfacción. De esta forma los sentidos pierden interés en sus respectivos objetos (para el ojo, la forma; para el oído, el sonido; para la nariz, el olor, etc.) y se retiran del mundo externo para ayudar a la mente en su búsqueda interna.

Dharana:
Dharana significa concentración. Es fijar la conciencia en un punto. Dharana viene de la raíz “dhr”, que significa “llevar”, es dirigir la mente hacia un punto fijo, y mantenerla allí por un tiempo determinado. Mediante la concentración se controlan y enfocan las funciones de la mente. Dharana es atención unidireccional, y es el paso previo a dhyana, meditación.

Dhyana:
Dhyana significa meditación. Cuando se mantiene firmemente dharana, esta evoluciona convirtiéndose en dhyana. El flujo de atención se vuelve regular y continuo. En dhyana el tiempo psicológico y cronológico se detienen y la mente observa su propio comportamiento. Es un estado contemplativo, en el cual la atención pasa de unidireccional a no-direccional.

Samadhi:
Samadhi significa absorción total. Cuando el objeto de meditación absorbe al meditador, se pierde la consciencia de uno mismo. Esta unión de sujeto y objeto es samadhi. Cesan las fluctuaciones de la mente y se experimenta un flujo uniforme de conciencia, que impregna los cinco koshas o envolturas, las cuales se ha purificado y solo reflejan la luz del alma.





La práctica (abhyasa) y el desapego o renuncia (vairagya) son los medios para detener los movimientos de la conciencia. La práctica es el aspecto positivo del yoga, e implica yama, niyama, asana y pranayama. El camino involutivo de renuncia implica pratyahara, dharana, dhyana y samadhi.